Carta a mi Indiferencia
¿Como fue que me acostumbré a vivir con miedo? Habrá sido que tanta sangre en la tele me lavó el cerebro? Se habrá vuelto insensible mi capacidad de ponerme en el lugar de los que lloran por la perdida de un ser querido?¿ Hasta cuando voy a ver lo que pasa sin sentirme parte de nada y continuaré mirando hacia otro lado con indiferencia? Hasta que me toque a mí? ¿ Es necesario que me toque para que me indigne y enfurezca? No hay otra manera de que reaccione que sentirme afectado directamente por la injusticia? ¿ Voy a esperar a tener que despedir un familiar para descruzar los brazos y gritar con impotencia a miles de personas a las que nos les interesa escucharme tal como yo no escucho hoy a los que claman y piden ayuda? Porque hay algo que es cierto y no puedo negarlo, mañana me puede tocar a mí. Tal vez mañana sea yo el que aparezca en el noticiero llorando por perder a un padre, una madre, un hijo o un amigo. Si esto sucede, que pensaré sobre mi inacción de hoy? Estaré ayudando con mi indiferencia a que la inseguridad siga ganando espacios? La respuesta que doy a esta pregunta muestra el grado de compromiso que tengo. Si creo que no es mi problema y no me corresponde hacer nada, entonces me quedo como hasta ahora, viendo el sufrimiento ajeno hasta que sea mi puerta la que suene golpeada por la fatalidad. Entonces, no servirá lamentarme por no haber hecho algo a tiempo para evitarla. Yo elijo empezar a hacer algo hoy.
Invitá a todos tus contactos, a ellos también les interesa ayudar.
http://www.facebook.com/group.php?gid=58518573767
Saludos.
Lucas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario